El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es uno de los que sufre más cambios con la última reforma fiscal aprobada que entra en vigor el próximo 1 de enero de 2015. El Gobierno estima que la medida generará un ahorro fiscal de 9.000 millones de euros en los próximos dos años. A continuación vamos a darte algunas pinceladas de las modificaciones más destacadas para que vayas familiarizándote con los cambios.

En términos generales, la media estrella es el aumento del sueldo neto de los trabajadores asalariados, el gravamen máximo bajará del 52% al 47% el próximo año y el mínimo pasará del 24,75% al 20%. También se elevan los mínimos personales y las exenciones por hijos.

Los autónomos que tributan por IRPF también se beneficiarán de la rebaja de tipos del impuesto, la retención se fijará en el 19% ya en 2015 y bajará hasta el 18% en 2016.

Los tipos impositivos que gravan los intereses de un depósito o las plusvalías por la venta de acciones o vivienda también se rebajan. Actualmente, los primeros 6.000 euros tributan al 21%, entre 6.000 euros y 24.000 euros aplican un 25% y, por encima de ese nivel, se grava al 27%. A partir del próximo año, los primeros 6.000 euros irán al 20%, entre 6.000 y 50.000 euros tributarán al 22% y, todo lo que quede por encima, sufrirá un porcentaje del 24%.

Pero respecto al alquiler tenemos malas noticias, uno de los cambios más relevantes es que en 2015 desaparece la deducción por arrendamiento de vivienda habitual que podían aplicarse los contribuyentes con rentas inferiores a 24.107 euros.

Otra novedad que afecta al ahorro de las personas en planes de pensiones, para las aportaciones hasta 10.000 o 12.500 euros para contribuyentes mayores de 50 años se reduce a 8.000 euros. Además, se añade la posibilidad de rescatarlo transcurridos 10 años desde la apertura aunque no hayan alcanzado la edad de jubilación.